¿ Como conservar el queso ?

Entre las preguntas más frecuentes que la gente me suele hacer cuando se enteran cual es mi trabajo es “ Jaime, cómo se conserva el queso? “ La respuesta a esta pregunta no se puede resumir en una frase. Por este motivo os invito a leer detenidamente el siguiente artículo.

El queso se puede congelar

Si y no… Es decir que los quesos curados como el Cantal Cantorel, se pueden perfectamente congelar. Pare ello, se tienen que poner en un envase hermético. Cuando queráis consumirlos después de la congelación será mejor sacarlos del congelador unas 24 horas antes y conservarlos en la nevera.
Con cualquier tipo de queso, para disfrutar todo su sabor, conviene sacarlo de la nevera media hora antes del consumo.
En el caso de los quesos de pasta veteada, como por ejemplo el Roquefort o el queso azul, no os aconsejo congelarlos. La textura de estos quesos hace que al congelarse se puedan derretir y perder su sabor original.

El queso se debe conservar

Se suele aconsejar comprar un  queso entero para conservar todo su sabor. Sin embargo, a veces  no es lo más práctico para un pareja o para una familia. Por eso los envases de las porciones están pensados para poder conservar sus quesos.
Pero aquí también, es cuestión del tipo de queso;

  • Un queso camembert o un queso brie se suelen conservar mejor en las cajitas de compra o en papel especial que los que van envasados.
  • ​Los quesos que no llevan envase de tipo cajita es mejor conservarlos con un papel transparente alimentario.
  • La quesera: Es ideal para conservar el queso y también para adornar su mesa a la hora de comer el queso.

Cómo saber si un queso es apto al consumo

Antes de todo, si compráis queso en porción, tenéis que mira la fecha de caducidad del queso. Esta fecha es un indicador de cuando el queso se puede consumir o no.
En el caso del queso que se compra a corte, en el cual no hay fecha apuntada es necesario acordarse de algunos trucos.
Primero el moho: los quesos curados pueden tener un poco de moho en la parte superior de la corteza o en la parte central. Se puede quitar y comer. Sin embargo, si una gran parte del queso lleva moho, es aconsejable no consumirlo.
Para los quesos como el Roquefort o el queso azul, a partir del momento en el que la parte “blanca” del queso ya no tiene el mismo color que cuando lo compraste (ocre, rosado o azul) es mejor no consumirlo.

En resumen, es mejor consumir el queso en la semana siguiente de su compra o antes de la fecha de caducidad indicada en el envase.

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